VÍA CRUCIS
Comencemos con la señal de nuestra salvación y signo del amor que Dios nos tiene.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. R. Amén.
II. Estación
JESÚS, TRAICIONADO POR JUDAS, ES ARRESTADO
V/. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
R/. Porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Lectura del Evangelio según San Mateo (26, 47-56 a)
Aún estaba hablando, cuando llegó Judas, uno de los doce, y con él un gran tropel de gente con espadas y palos, enviados por los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo. El traidor les había dado esta señal: «Al que yo bese, ese es; prendedle». Se acercó a Jesús y le saludó: «¡Hola, maestro!», y lo besó. Entonces se acercaron a Jesús, le echaron mano y lo prendieron. Uno de los que estaban con Jesús sacó la espada, dió un golpe al criado del sumo sacerdote y le cortó una oreja. Jesús le dijo: «Vuelve la espada a su sitio, que todos los que manejan espada a espada morirán. ¿O crees que no puedo pedir ayuda a mi Padre, que me mandaría ahora mismo más de doce legiones de ángeles? Pero, ¿cómo se cumplirían entonces las Escrituras, según las cuales tiene que suceder as
Oración:
Jesús, tú has afrontado la prueba que a nosotros nos parece tan difícil, soportar la traición de los amigos. Haznos entender qué es la lealtad, el desinterés y la esperanza. Ayúdanos a permanecer firmes, en toda circunstancia, sin cerrar nuestro corazón al Amor, y sobretodo a comprender que tu amor está en el hermano que sufra a nuestro lado.
PADRE NUESTRO
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal.
Amén.
AVE MARÍA
Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
GLORIA
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén